Sobre la película Los últimos de Sebastián Peña Escobar (Estreno en Madrid y Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine Punta del Este y Mejor Ópera Prima en Atlantidoc) en el Ciclo DOCMA de febrero de 2025, por Santiago Varela Antúnez.

¿Qué ocurrirá con la especie humana cuando ya no queden árboles? Los últimos no solo documenta el encuentro con los últimos bosques de Paraguay, sino que también plantea una profunda reflexión sobre la deriva de la humanidad y los efectos devastadores del sistema capitalista. Las predicciones sobre un colapso inminente parecen ser acertadas, pero la incertidumbre sobre el momento exacto en que ocurrirá sigue vigente. A través de un recorrido por la naturaleza, acompañamos a Jota, Ulf Drechsel y Sebastián Peña Escobar en un entorno en constante transformación, donde la presencia humana se reduce a su capacidad de devastación: incendiar, arrasar y explotar la tierra en busca de beneficio. Los protagonistas afrontan esta realidad con una mezcla de ironía y un oscuro sentido del humor, asumiendo la inexorabilidad de sus conclusiones: nada podrá salvarse; solo el caos permitirá que la naturaleza resurja y la humanidad desaparezca.

Filmada en los territorios ancestrales de los pueblos Ayoreo, Ishir y Nivaclé, la película se sitúa en un espacio visualmente evocador, oscilando entre la ensoñación y la realidad. Los tonos anaranjados, producto de incendios latentes, acechan constantemente a los protagonistas, generando una atmósfera sofocante y pesadillesca. A su vez, la luz verdosa que atrae a los insectos hacia la sábana de Ulf, nos traslada a una dimensión distinta, la de la observación y la contemplación. La alternancia entre estos dos mundos se materializa a través de juegos de claroscuros y superposiciones de imágenes de bosques que, inevitablemente, nunca volverán a ser los mismos. De este modo, la película articula una fusión entre poesía visual y reflexión ecológica, instando al espectador a tomar conciencia del entorno en el que habita.

El diseño sonoro refuerza esta experiencia sensorial. El sonido espectral del bosque se combina con el aleteo de los insectos y una partitura instrumental que induce a un estado de contemplación. En este trance reflexivo, la película pone en cuestión la verdadera naturaleza del ser humano, presentándolo como un ente individualista y egoísta, incapaz de actuar con honestidad y constantemente priorizando el crecimiento y la funcionalidad sobre la preservación del medioambiente. Frente a esta visión pesimista, los tres protagonistas parecen asumir una perspectiva que los sitúa en un tiempo futuro: han aceptado el colapso como algo inevitable y, en consecuencia, han encontrado la paz en su entorno. Desde esta conciencia, sostienen que ningún sistema es sostenible y que la única alternativa viable es detenerlo todo y comenzar de nuevo. Cuanto antes ocurra este reinicio, menor será el daño infligido a la naturaleza.

Los últimos es una experiencia cinematográfica que nos sumerge en el duelo por la naturaleza y el incierto futuro de la humanidad. Con una mirada lúcida y poética, la película invita al espectador a contemplar la fragilidad del mundo que habitamos y a cuestionar nuestro papel. Es una oportunidad única para poder contemplar la grandiosidad de los bosques de Paraguay que están en extinción. Una obra que no solo se observa, sino que se siente, dejando una huella imborrable en la conciencia.