Señoras y señores, señoritas y señoritos, vuelve el SEFF que en esta, su undécima edición, tendrá lugar entre los días 7 y 15 de Noviembre. Cine europeo, sí, pero con especial protagonismo del cine español una vez más.

Hacemos hincapié en Las nuevas olas – No ficción, cuyo premio ganó el pasado año Lois Patiño con Costa da morte. Sección especialmente dedicada a este cine que tanto nos gusta en DOCMA y que tan necesitado está de estos espacios y oportunidades, este año parece ponerse más reivindicativo que la edición pasada con dos películas españolas cuya temática versa sobre luchas obreras e históricas. La primera, ReMine, el último movimiento obrero, de Marcos M. Merino, se centra en una de las huelgas mineras más importantes de la historia reciente, la del verano de 2012. La segunda, Equí y n’otru tiempu, de Ramón Lluís Bande, ilustra el asesinato de los maquis de la Agrupación Guerrillera Asturiana, por medio del registro de los espacios donde llevaron a cabo su lucha. También en esta línea, destaca País de todo a 100, de Pablo Llorca, una denuncia de la especulación urbanística y la destrucción de los espacios públicos a través de un viaje turístico para enseñar el país a un finlandés. Saltando el charco, nos encontramos con una coprodución entre México y España, El resto del mundo, de Pablo Chavarría, que narra la vida de una niña, Kiara, y su padre, artesano de profesión, en San Cristóbal de las Casas.

También cobra especial importancia la sección Resistencias, que apuesta claramente por el nuevo cine español con 11 títulos a concurso. Destaca en ella, en la línea de la no ficción y de la creatividad cinematográfica más arriesgada, la nueva película de Ion de Sosa, Sueñan los androides, en la que de Sosa consigue traspasar todos los géneros cinematográficos en una libérrima adaptación del clásico de Philip K. Dick. Recién aterrizada desde el DocLisboa, volvemos a mencionar a África 815, de la cineasta cordobesa Pilar Monsell, valiente biografía familiar en base a las fotografías y memorias de su padre durante el servicio militar en el Sáhara, en 1964. Otro arriesgado experimento cinematográfico es Pas à Genève, del colectivo lacasinegra, que construye un mapa audiovisual imaginario, y no condicionado por referencias previas, de la ciudad de Ginebra a través de la mirada de diferentes artistas ajenos a la ciudad.

Por último, queremos destacar a dos grandes cineastas del documental, que se dan cita en el certamen sevillano con sus nuevas películas, en primer lugar Pedro Costa, con Cavalo dinheiro, que le granjeó el Premio a Mejor Director en el último Festival de Locarno, en la que establece un nexo entre la Revolución de los Claveles y la actualidad, recuperando la figura de Ventura, que ya viéramos en Juventud en marcha. Dentro de  Las nuevas olas – No ficción queremos mencionar también la vuelta de Frederick Wiseman con National Gallery. El cineasta de las instituciones se adentra esta vez en la gigantesca pinacoteca londinense para mostrarnos sus mecanismos internos.

Así pues, os animamos a que aprovechéis este caluroso otoño para concurrir a una de las citas imprescindibles con el cine en nuestro país.

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