Vi por primera vez La estrategia de Madame Bretó, ópera prima en cortometraje de Zoraida Rosselló, en Alcances Cádiz de 2012. Me chocó el tipo de humor que se destilaba de confrontar un metraje encontrado en Internet sobre filosofía empresarial con imágenes rodadas por la propia cineasta. Zoraida grabó a una señora mayor construyendo una trampa para ratas. Lo cómico se fundamentaba en el montaje paralelo entre los materiales y en cómo ambos se contagiaban una creciente irrealidad que acaba por abarcar todo el metraje. Más tarde supe que este corto era un capítulo hermano de un largometraje con preparación más elaborada: Se fa saber. Después de ver este trabajo creo que el humor que Zoraida comenzaba a trabajar queda contextualizado y dirigido hacia otras metas.
Se fa saber es un retrato colectivo de una comunidad llamada Santa Bárbara en la comarca de Montsià, cerca del Delta del Ebro. El tema no es novedoso pero el tratamiento resulta interesante. Hablamos de cine documental de observación pasado por una manera personal de facturarlo. Lejos de hacerse invisible tras la cámara la autora provoca acciones y reacciones que nos abren la identidad de sus personajes sin romper el discurso observacional. A través de una colección de momentos cotidianos el espectador descubre esta localidad como si fuera un espacio literario.
La estilización novelesca de Santa Bárbara se construye cuidadosamente. Por una parte con el uso del trípode, sobre el que se crean cuadros sólidos que contienen una fuerte carga formal. Se buscan encuadres fijos pero inestables en cuanto a composición. Para ello se fuerza una pérdida de frontalidad mediante el uso de las diagonales. También se resaltan detalles, a veces insignificantes, encontrados en los suelos como si fueran miradas perdidas de la autora mientras escucha a sus interlocutores. Zoraida tiene la relación pulso-nervio suficiente para plantar su cámara DSLR en espera de la revelación, como para levantarla y elegir un nuevo encuadre con raccord directo a la velocidad del fotógrafo. Además los espacios se transitan de ida y vuelta en los capítulos que forman la película. Una manera de salvar el inmovilismo de la ciudad pequeña para trascender hacia su identidad.
Una segunda herramienta para la estilización es el retrato de los habitantes de Santa Bárbara con psicología literaria, esto es, haciendo que se presenten como personajes de una obra. No en vano, en un momento determinado, algunos actúan en un montaje teatral que refuerza la idea de representación. Nos distanciamos de las miradas trascendentales que en ocasiones el cine observacional español ha rodado teñidas de cierta impostura. En Se fa saber, la relación entre cinematógrafa y retratados alcanza una complicidad tal que parece que el espectador esté perdiéndose alguna broma entre ambos. A base de dejar hablar a sus personajes la autora indaga en sus personalidades ofreciéndonos un grado de intimidad comparable al que recogerían sus propios videos domésticos.
No debe faltar buen humor en Santa Bárbara cuando acogió a esta cineasta para ver cómo registraba a sus curiosos habitantes, o es quizás a la autora a quien le sobra humor para hacer parecer curiosas las vidas cotidianas de un pueblo como cualquier otro en nuestro país. En cualquier caso, el pregón de uno de estos días allí debería ser algo así como: Se fa saber que una cineasta s´estrena en el llargmetratge amb estil propi, amb molt a dir i més a observar.
Cuándo Miércoles 18 de septiembre a las 20:30 h.
Dónde Sala Azcona, Cineteca. Matadero Madrid. Pza. Legazpi 8. Cómo llegar.
Cuánto 3,50€ en taquilla del cine o en entradas.com
Samuel Alarcón es cineasta y escritor cinematográfico. Ha escrito para Cahiers du Cinema España, publica habitualmente en Cortosfera.es y en su Blog, además de colaborar con otras publicaciones. Es socio DOCMA.